Los triángulos se van, la baliza V16 conectada se queda. A partir del 1 de enero de 2026 será el único sistema válido de preseñalización en carretera. Hasta el 31 de diciembre de 2025 pueden convivir triángulos, V16 “a secas” y V16 conectadas; a partir de ese día, solo la conectada vale. Esa es la foto real y conviene asumirla cuanto antes para no comprar mal ni tarde.
La idea de fondo es sencilla: reducir riesgos. Con la V16 ya no tienes que caminar por el arcén para plantar nada a 50 o 100 metros. Colocas el dispositivo en el techo, lo enciendes y listo: destello visible a 360° hasta 1 km durante al menos 30 minutos. Y, lo más importante, la ubicación del coche averiado se envía a la plataforma conectada de la administración (DGT 3.0) para que otros conductores reciban el aviso en sus navegadores, apps o en el propio sistema del vehículo. Si no, verán el aviso en los paneles de la carretera. Menos exposición, más visibilidad y un flujo de información que ayuda a que no te “aparezcan” encima.
Qué significa “homologada” de verdad
No es cualquier lucecita. Una V16 conectada homologada ha pasado ensayos de laboratorio y lleva marcado un código visible en el cuerpo (verás algo tipo LCOE… o IDIADA…, seguido de números). Ese código es tu garantía de que cumple las exigencias ópticas, mecánicas y de protección frente a agua y polvo. Si el modelo que te ofrecen no muestra el código o te dicen “es compatible” pero no te dan el dato, cambia de tienda.
Además, la conectividad no es un adorno: es la mitad del invento. Estas balizas integran una eSIM que envía la posición a la plataforma oficial sin depender de tu móvil ni de que instales una app. Esa conectividad debe estar incluida en el precio con una duración mínima de 12 años. No hay cuotas mensuales obligatorias. Si te pretenden vender una “suscripción sí o sí” para que funcione, desconfía.
Resumen para comprar con cabeza:
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Comprueba el código de homologación grabado en la carcasa.
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Exige por escrito la duración de la conectividad y la fecha de fin del servicio.
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Revisa que el fabricante declare lo esencial: visibilidad a 1 km, cobertura 360°, 30 minutos de autonomía luminosa y protección frente a agua/polvo.
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Huye de las genéricas “de gasolinera” sin ficha técnica clara.
Cómo se usa y dónde guardarla
La norma habla de llevarla accesible, así que la guantera es el lugar lógico. No la entierres bajo papeles. Ante una incidencia, la colocas en el punto más alto posible (el techo suele ser ideal), activas y te apartas con seguridad. No necesitas emparejar nada: ella sola emite luz y comunica la incidencia. Revisa de vez en cuando el estado de la batería o pilas y, sobre todo, la fecha de fin de conectividad. Si llega 2036–2038 y tu eSIM caduca, tendrás luz pero no “aviso conectado”, y eso vacía de sentido el dispositivo.
¿Cuánto cuesta de verdad?
La horquilla realista hoy está entre 30 y 60 euros, con picos por debajo de 30 en ofertas puntuales. Las operadoras han lanzado modelos propios alrededor de los 40–50 euros, a veces con financiación o promociones. También hay balizas conectadas homologadas de fabricantes menos conocidos a precios agresivos. El mercado se está moviendo y a medida que se acerca 2026 veremos dos fuerzas opuestas: más descuentos para dar salida a stock… y, de golpe, picos de demanda que suben el precio o agotan unidades. La estrategia sensata es decidir el modelo ahora y comprarlo cuando veas un precio razonable, sin esperar al último día.
Las 4 balizas V16 conectadas más baratas hoy (homologadas)
Baliza V16 conectada homologada DGT 3.0 (SIM y datos hasta 2038)
Míralo ahora
Luz de emergencia V16 homologada con eSIM y datos hasta 2038
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V16 conectada con geolocalización DGT 3.0 y alta intensidad (+250 cd)
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Luz de emergencia Nk DP-EL2024-C1 V16 conectada geolocalizable
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Un aviso obvio pero necesario: la V16 “no conectada” que muchos compramos en 2022–2023 queda fuera en 2026. Servía como transición, pero ya no. Si te consuela, no eres el único que tiene un pisapapeles luminoso en la guantera.
¿Compro la de mi operadora o una “de marca blanca”?
Depende de tres cosas: precio final, garantías y letra pequeña de la conectividad. Las de operadora suelen venir bien empaquetadas y con soporte conocido; las de otros fabricantes amplían opciones y, a veces, recortan el precio sin sacrificar requisitos. Repite el mantra: código de homologación visible, 12 años de conectividad incluidos, especificaciones claras. Si esas tres casillas están marcadas, la elección es válida.
Errores típicos que cuestan dinero
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Comprar “por si acaso” una V16 barata sin conectividad pensando que “ya valdrá”: no valdrá en 2026.
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No pedir la duración de la conectividad por escrito: dentro de unos años querrás saber si tu baliza sigue comunicando.
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Creer que necesitas una app para que funcione: no hace falta; la app, si existe, es un extra.
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Dejarlo para el final: enero de 2026 traerá prisas, colas y precios hinchados.
Por qué esta medida, aunque moleste, tiene sentido
Los triángulos obligaban a caminar por el arcén y eso multiplicaba el riesgo. Las V16 conectadas mantienen el aviso visual, suman el digital y eliminan el paseo peligroso. Es una de esas normas que te fastidia pagar de tu bolsillo, sí, pero que puede evitar un susto. El desembolso, además, no es desorbitado comparado con cualquier revisión rutinaria del coche. Lo realmente caro es un atropello que podría haberse evitado.
Qué haría hoy
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Decidir el modelo: uno con homologación clara, conectividad incluida durante 12 años y especificaciones transparentes.
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Fijar un precio objetivo: entre 30 y 40 euros es razonable ahora mismo; si ves algo sólido por debajo, cógelo.
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Comprar antes de Navidad: evitarás el “todo el mundo a la vez” y te asegurarás disponibilidad.
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Guardar factura y ficha técnica: te servirá para verificar la conectividad en el futuro y para cualquier garantía.
No es el gadget que te va a alegrar el día, pero es el que quieres tener cuando las cosas se tuercen. Si lo haces bien, lo comprarás una vez, lo olvidarás en la guantera y, con suerte, nunca te hará falta. Si lo haces mal, pagarás dos veces: primero por uno que no vale y, después, por el bueno y a precio de última hora. Tú eliges.
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