El pinchazo que podría cambiar muchas vidas (pero no hace magia)
Antes de nada, quiero dejar algo claro: yo mismo tengo sobrepeso y por eso este tema me toca de cerca. No escribo esto como médico ni como experto, sino como alguien que ha visto de cerca cómo Mounjaro está ayudando a personas reales. Tengo amigos que lo están usando y, viendo los resultados tan buenos que están teniendo, me animé a investigar a fondo. Aquí te cuento todo lo que he aprendido, de forma sencilla y sin rodeos.
Es un medicamento que se pone una vez a la semana con una inyección y que, por lo que se ha visto, está dando resultados muy potentes para perder peso y controlar la diabetes tipo 2. No es nuevo: lleva un tiempo usándose en otros países y ha dado bastante que hablar. Ahora, llega aquí con muchas expectativas... y también muchas preguntas.
¿Qué tiene de especial?
Mounjaro funciona imitando dos hormonas que tu cuerpo ya produce de forma natural cuando comes. ¿El resultado? Comes menos, te sientes más saciado y el cuerpo maneja mejor el azúcar en sangre. Es decir: menos hambre, más control del apetito, y un empujón al metabolismo. No es magia, pero sí una ayuda bastante seria.
¿Y funciona de verdad?
Sí. Los ensayos clínicos no son de esos que se hacen con cuatro personas. Aquí hablamos de miles de pacientes, y los resultados impresionan:
El 87% de los diabéticos mejoraron sus niveles de azúcar.
Casi la mitad llegó a tener valores normales.
En el caso de la obesidad, el 96% perdió al menos un 5% de su peso.
El 40% bajó un 25% o más. Eso es una barbaridad.
Y por si fuera poco, también bajaron la tensión, el colesterol y la grasa abdominal.
¿Quién puede usarlo?
No, no es para cualquiera que quiera perder un par de kilos antes del verano. Mounjaro solo se vende con receta médica y está indicado para:
Personas con diabetes tipo 2.
Personas con obesidad (IMC a partir de 30) o sobrepeso (IMC a partir de 27) y alguna enfermedad asociada, como hipertensión o colesterol alto.
Es un tratamiento serio. Nada de usarlo por capricho o para verse mejor en bañador.
¿Y cuánto cuesta?
Aquí viene una parte delicada: no lo cubre la Seguridad Social, así que hay que pagarlo de tu bolsillo. Precios:
Dosis de 5 mg: 271 € al mes.
Dosis de 10 mg: 358 € al mes.
La de 15 mg (que es la que se usó en algunos estudios) no estará a la venta en España por ahora.
Para comparar:
Ozempic cuesta unos 140 €/mes.
Wegovy, entre 180 y 292 €/mes según la dosis.
Opiniones reales: lo que cuentan quienes ya lo usan
Tengo amigos que ya han empezado el tratamiento con Mounjaro, siempre con control médico. Uno me dijo:
"No me lo podía creer. Llevo dos meses y he bajado 11 kilos. Al principio me daba náuseas, pero luego el cuerpo se acostumbró."
Otro me contaba:
"Lo que más me gusta es que no tengo hambre. Antes picaba a todas horas, ahora como cuando toca y punto. Y encima con energía."
Y no son los únicos. En redes sociales, grupos privados y consultas, cada vez se ven más testimonios de personas que están viviendo este tratamiento desde dentro:
✅ Mujer, 37 años, -10 kg en 3 meses: “No tengo hambre todo el tiempo ni antojos como antes. Empecé con 5 mg y ya estoy en 10 mg. Las náuseas fueron muy leves y solo al principio.”
✅ Hombre, 45 años, diabetes tipo 2, -18 kg en 5 meses: “Ha cambiado todo. Mi azúcar está controlada, he bajado de peso, y hasta me apetece salir a andar. Tuve algo de cansancio el primer mes, pero valió la pena.”
✅ Mujer, 52 años, -14 kg en 6 meses: “He recuperado confianza. Mi presión arterial está mejor y el apetito no es un problema. Hay que ajustarse la dosis, pero con el médico al lado, todo va bien.”
✅ Mujer, 39 años, -18 kg en 6 meses: “Pesaba 104 kg. Ahora peso 86. No hice una dieta estricta, pero sí comí mejor. Duermo mejor y tengo más energía.”
Muchos de estos pacientes ya habían probado otras soluciones, incluso Ozempic, sin resultados tan consistentes. Lo más repetido es que Mounjaro les da más control sobre el hambre, sin sentirse débiles ni con rebotes.
¿Tiene efectos secundarios?
Sí, como casi todos los medicamentos. Los más comunes son del tipo digestivo: náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, sobre todo al principio. También se menciona distensión abdominal, cansancio leve o algo de pesadez. Pero la mayoría de estos síntomas desaparecen con el tiempo o con un ajuste en la dosis.
En los ensayos, solo un 4% de los pacientes dejó el tratamiento por estos efectos. La mayoría siguió sin problemas.
¿Mounjaro o Ozempic? ¿Y qué pasa con Wegovy?
Las comparaciones son inevitables. Ozempic (semaglutida) funciona, pero Mounjaro parece ir un paso más allá. ¿Por qué? Porque actúa con doble efecto: sobre los receptores GLP-1 y GIP, lo que se traduce en más saciedad, mejor manejo del azúcar y pérdida de peso más estable.
Wegovy también da buenos resultados, pero en los estudios se ve que Mounjaro consigue más reducción de peso: hasta el 20% del peso corporal frente al 15% de Wegovy. Eso sí, la elección final depende del historial médico de cada persona.
Verdades y mentiras sobre Mounjaro
¿Qué se dice? | ¿Verdadero o Falso? |
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Te hace adelgazar sin esfuerzo | ❌ Falso |
Es el más efectivo hasta ahora | ✅ Verdadero |
Necesitas receta sí o sí | ✅ Verdadero |
No tiene efectos secundarios | ❌ Falso |
Está subvencionado por la Sanidad | ❌ Falso |
Funciona mejor que Ozempic | ✅ En muchos casos |
Obesidad: el problema que no siempre se ve
Más de 1 de cada 5 adultos en España tiene obesidad. En todo el mundo, más de 1.000 millones. No es una exageración. Y no hablamos solo de estética: hay enfermedades graves detrás como cardiopatías, diabetes tipo 2 o incluso algunos tipos de cáncer.
La buena noticia es que perder un 10-15% del peso ya reduce mucho los riesgos. Y ahí es donde Mounjaro puede marcar una diferencia real.
Conclusión: útil, pero no hace milagros
Mounjaro no es el fin de las dietas, ni un pase VIP al cuerpo perfecto. Es un medicamento potente, eficaz, pero que solo funciona bien si se usa como toca: con control médico, buena alimentación y algo de movimiento. Para quienes realmente lo necesitan, puede cambiar la vida.